El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal
Montoro, no contribuyó ayer a apaciguar los ánimos en la Agencia
Tributaria. El ministro vinculó "el relevo" en la cúpula de grandes
contribuyentes de la delegación central a que ese equipo estaba lleno de
socialistas, según dijo ayer en una conversación informal con
periodistas en el Congreso de los Diputados, donde participó en el acto
de celebración del 35º aniversario de la Constitución. Montoro achacó
así a causas políticas las dimisiones en Hacienda.
Sin embargo, la mayoría de cargos destituidos en las últimas semanas
fueron nombrados por el actual Gobierno del PP. Luis Jones, jefe de
Inspección de la Agencia Tributaria, que dimitió esta semana por
"notables diferencias" con la dirección, también fue nombrado por el
Ejecutivo popular. Otro de los altos cargos que presentó su renuncia,
Ignacio Ucelay, jefe de la dependencia técnica de grandes
contribuyentes, era a su vez próximo a Jones y también fue respaldado
por el PP.
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