Sigo apostando por avalar la candidatura de un representante vecinal con solera en los premios del voluntariado de mis jerelesy me lo rechazan por defecto de forma un año más.
La mayoría de nosotros, los presidentes y presidentas de las asocaciones de vecinos somos gente sin grandes aristas, que no destacamos ni por arriba ni por abajo, ni por la derecha ni por la izquierda(bueno no es mi caso pues ya sabéis donde milito yo y donde milita el presidente de Solidaridad)) . Somos contradictorios, pero no mucho. Egoistas, pero hasta cierto punto. Y también tenemos algo de buenas personas. Somos la mayoría, y somos como la mayoría: unos carajotes que le dedican mucho tiempo a los demás. Somos dignos de ser reconocidos como voluntarios?
Ahh y además construimos, castillos en aire a pleno sol, con nubes de algodón.....
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