miércoles, 26 de mayo de 2010

Tal para cual


Miles de historias acompañan a estos humanos al igual que a los perros que con ellos conviven.
Con esto no quiero decir que todos sean iguales. Al igual que sucede con las personas consideradas “respetables” todos los colectivos tienen su “garbanzo negro”.

Muchos os habrèis preguntado màs de una vez que es lo que un perro vagabundo puede encontrar en otro ser que, como el, no tiene nada ni siquiera un lugar donde cobijarse.

Los perros no miden el corazón de sus amos por la cuenta corriente que estos poseen en sus bancos.
Esta estampa la he visto hoy en una esquina de un portal de mi barrio y me ha echo reflexionar esto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La foto me parece preciosa, y el tema muy acertado.

Me das en el corazón.

Un saludo.


Nos vemos en la playa.