sábado, 3 de abril de 2010

Adios Nono Merino



Jerez se acuesta hoy con un cofrade menos. Se trata de un buen amigo de dos sobrinos mìo. Ya sin conocerlo y por la circunstancias que rodean el trance tan penoso me hace reflexionar sobre los efìmera y fràgil que es nuestra existencia.
Un infarto al parecer. Gaby lo cuenta mejor que nadie en su blogs(elblogdegabrielalvarez.blogspot.com. Mi màs sincero pèsame a la familia, a su mujer y su crio. Y especialmente tanto Jesuqui como Falele que estàn destrozados por la perdidad de su gran amigo Nono.
Morir en la madrugada del Viernes Santo y a la edad de 33 años, con el hábito nazareno recién puesto aunque sin poder hacer la estación de penitencia, cumpliendo el quinto de una penitencia de cinco años por la recuperación del padre con daño cerebral severo desde hace años, dejando hueco de cargador bajo las andas del paso del Cristo de su familia a la tarde siguiente y tras ser su nombre como reguero de pólvora que, de boca en boca, ha constituído, sorpresa y trauma de tantos cofrades y jerezanos en general a lo largo de una Noche de Jesús con cinco cofradías en la calle a cuyos titulares dirigir las primeras oraciones por el eterno descanso de su alma.
Eso es lo que ha ocurrido con Antonio Merino Mampel quien amortajado cayó con la túnica del Santo Crucifijo de la Salud antes de que, con ella, pudiera salir camino de San Miguel para incorporarse a las filas de ruán negro. Y es muy fuerte. Por la muerte, por tratarse de alguien tan conocido y apreciado, por ocurrir en el momento en que ha ocurrido, con la edad en cuestión y en medio de la única madrugada en la que algo así se convierte en tristeza que purgar, como almas en pena, por tantas personas dispuestas a sufrir la pérdida aunque no lo hubieran conocido. Roza la épica de un carácter, el cofrade, que, con ejemplos como éste, supera cotas de trascendencia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joé Palomérico.Qué trascendente te pones.Definir de Epico y resaltar su condición de cofrade no tiene nada que ver-a mi juicio-nada que no venga a ocurrir con cierta frecuencia.Siento mucho la muerte temprana de cualquier persona y siento mucho que ésta-la guadaña-pase de largo ante bichos que aplican dolor al prójimo y terminan muriendo a su tiempo en sus camas, después de haber gozado de una salud plena y una vida llena de regalías.Considero que la Providencia no es justa muchísimas veces.Si ésta se llama Dios,debe estar mal asesorado.
Descanse en paz.

Luismi esperando el paso de las barbas de sus enemigos por su propia puerta.La "Parca" que haga su trabajo cuando toque.

belijerez dijo...

Un exceso de emociones te puede llevar a un infarto, si tienes un corazón debilitado por el colesterol y otras circunstancias. Luego estan las interpretaciones que cada cual quiera darle.