domingo, 26 de agosto de 2007

a favor la teologìa de la liberaciòn que predica Gabriel Castillo


Me cachis en to tus..........Quizas por tener un tio cura al estilo de Gabriel Castillo me esta dando ganas de vomitar, maldecir,cagarme en ..... del Vaticano cada vez que leo noticias sobre este caso.
Teòlogos y expertos en derecho canònigo hablan de lo fuera de lugar que esta el ataque del arzobispo de Granada(un nùmero) a este progre sacerdote.Lo basan en lo dispuesto en un monton de canones y normas del Concilio Vaticano II:Pos na, que pasa de to el arzobispo.
Tras el ataque a los párrocos solidarios de San Carlos Borromeo, la cúpula eclesiástica española arremete contra Gabriel Castillo, el cura de Albuñol (Granada), por el mismo pecado que los anteriores: exceso de solidaridad y compromiso con los pobres de su parroquia. Esta visto que para la jerarquía católica, desde sus cómodas poltronas, la solidaridad con los más necesitados no es una prioridad. ¿En qué estaría pensando este joven cura cuando ayudaba a los necesitados del pueblo? En los obispos seguro que no. Como premio a tanta dedicación lo han trasladado. De poco ha servido la movilización de todo el pueblo de Albuñol, que incluso han creado una página: http://gabrielsequeda.com, donde recogen todas las notícias e imágenes de este nuevo ataque a la solidaridad por parte de la todopoderosa cúpula eclesial. Esto pone de manifiesto una vez más la razón de la teología de la liberación, que considera a los pobres el centro de su misión como cristianos

1 comentario:

carmen jiménez dijo...

Por algo algunos cristianos apostólicos y romanos decidimos renegar de esta iglesia nuestra, perdón de ellos. Pues eso, que se la queden enterita que para hacer el bien sólo hace falta hacerlo. No es necesario pertenecer a ninguna iglesia. A fin de cuentas todas tienen sus dogmas y tienes que claudicar o luchar a pecho descubierto para intentar cambiar algo, aunque después de tantos siglos una pierde la esperanza. De todas formas vaya mi apoyo para el pueblo de Granada, y el cura solidario.