La primera prueba de fuego del pacto de Mamen Sanchez con Ganemos e IU vendrá con la elaboración de los
presupuestos. La alcaldesa, para rebajar las expectativas, ya anunció
días atrás que "sus políticas" no se verán hasta las previsiones
contables de 2016 pero resta por saber si Ganemos e IU están dispuestos a
esperar. Se ha comprometido a presentar en próximas semanas un borrador
con las cuentas de este ejercicio donde deberá esbozarse hasta donde
los anunciados incrementos de gastos en diferentes partidas se pueden
equilibrar con unos ingresos escuálidos.
El PSOE es consciente de que la situación financiera del
Consistorio es delicada (por recurrir a un calificativo amable), con una
galopante falta de liquidez, un escaso margen para reducir gastos sin
incurrir en medidas impopulares y una deuda histórica difícilmente
asumible. Ya se ha anunciado que no habrá subida de impuestos ni
recortes "traumáticos" por lo que el gobierno local se ha encomendado al
Ministerio de Hacienda para que le permita acogerse a líneas de ayuda
con las que aliviar la asfixia financiera. De hecho, Sánchez viajó a
Madrid buscando la comprensión del gabinete de Cristóbal Montoro aunque
todavía no ha respondido.
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