Han sido muchos años los que profesionalmente he trabajado
relacionado con esta Mancomunidad del Bajo Guadalquivir que ahora
aprueba en pleno su disolución por la asfixia financiera que atraviesa.
Ha sido para mí una muy mala noticia. Los números rojos se han comido
la institución. Desde octubre el ente
no paga el salario de sus 471 empleados y desde entonces los despidos
han reducido la plantilla a una cuarta parte. A muchos de estos
empleados me une una relación diaria que se asemeja a una larga
amistad por ello me apena que vayan al paro. Y desde aqui mi solidaridad
y apoyo.
El organismo arrastra desde 2008 un déficit anual de más de dos millones de euros y su deuda asciende ya a 32 millones.
A esto se añade que como consecuencia de los impagos, ya se han suspendido los programas de formación y empleo.
Los diez ayuntamientos que integran la institución, cinco de la
provincia de Cádiz y cinco de la de Sevilla, han aprobado la disolución y
liquidación del ente 23 años después de su creación.
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