lunes, 25 de octubre de 2010

El pacifista Cristobal Orellana me envia esta carta


Escribo esta carta para pedirte tu participación en las Marchas por la Paz a Rota y a Morón que tendrán lugar los días 7 y 28 de noviembre próximo, respectivamente. Las bases militares de Rota, Morón y Gibraltar tienen capacidad atómica y están implicadas en mortíferas guerras como las de Irak y Afganistán. Estas bases son, sencillamente, fábricas de muerte.
También son empleadas por las Fuerzas Armadas españolas, las cuales -y sin tener en cuenta la opinión contraria de la mayoría de la ciudadanía- se han involucrado por su cuenta en las guerras que Estados Unidos lidera en Oriente Medio.

El pacifismo es una opción ética y política de igual urgencia que la necesidad de actuar frente al cambio climático, un desastre medioambiental que la sociedad capitalista está generando con la suicida fórmula de "producción + consumo = crecimiento económico indefinido". Son los intereses económicos petrolíferos de las potencias ricas las que están asolando Oriente Medio. La Paz no es un bonito sentimiento de ilusos, un sueño amable; la Paz es un trabajo ético y político que nos debe salir desde lo más hondo del corazón y de la conciencia... ¿o dejaremos a nuestros hijos un mundo -como el presente- plagado de armas atómicas, químicas y biológicas?. No debemos callar cuando las democracias occidentales que dicen defender los Derechos Humanos se dedican a amenazar -y a emplear de hecho- su inmenso poderío militar contra otros países.
No debemos mirar hacia otro lado y permitir inmensos gastos militares por parte de Estados Unidos (800.000 millones de dólares anuales) y la Unión Europea mientras medio planeta grita de hambre y desesperación. ¿De qué otra forma calificar las guerras y los ingentes recursos económicos empleados para matar si no es como disfraz de legalidad, dudoso "derecho de guerra", interesadas "intervenciones humanitarias"...?. ¿Tampoco diremos nada cuando otras potencias nucleares nos apunten –lo hacen ya con toda probabilidad– con sus misiles atómicos para, llegado el caso, destruir estas bases y todo lo que las rodea?.


Gandhi decía: "casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga". Por eso no podemos cerrar ni nuestros ojos ni nuestros corazones a los problemas del militarismo y las guerras, sobre todo cuando es desde Andalucía de donde salen tantos barcos y aviones cargados de puro horror. Creer que no podemos arreglar nada no solamente es incierto, sino que ayuda a que todo siga igual. Juntos y juntas podemos lograr que cambien las cosas por difíciles que parezcan. La Paz es un derecho de las personas y de los pueblos; no puede ser violado impunemente.


Frente a tanto belicismo que brota de las raíces violentas de un sistema en verdad nada democrático, el pacifismo es una opción ética y política urgente. Los grandes partidos parecen haber olvidado completamente el derecho a la Paz, ocupados como están en justificarse ante la población por las medidas antisociales (como la reforma laboral) que están tomando. Pero nosotros no olvidamos que el presupuesto militar español (18.000 millones de euros en 2010) no decrece y que la Fiesta Nacional (12 de octubre) se celebra cada año -desafortunadamente- con una aparatosa y triste exhibición del poder militar del estado. ¿En verdad es compatible todo esto con una verdadera promoción de los Derechos Humanos, de la Solidaridad, de la Paz, de la Justicia?.

3 comentarios:

† "Anónimo" jerezano † dijo...
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belijerez dijo...

Tirar la piedra y esconder la mano es una averración, como poco, sr. Anónimo Jerezano.
Hay matizaciones del concepto de paz, puede ser paz negativa, paz positiva y no-violecia.
Un objetivo mínimo para la paz es la necesidad de VIDA (VIOLENCIA).Necesitamso también libertad (represión, demasiada en Jerez). Necesitamos bienestar (existe demasiada miseria material y humana). La necesidad de realización personal puede llegar cuando no exista la alienación que padecemos.
Ojalá podamos hacer entre todas las personas una sociedad no violenta basada en la solidaridad y no en el medrar, el consumir
o acaparar unos en detrimento de otros.

Salud y paz.

† "Anónimo" jerezano † dijo...

¡Vaya!,... estoy sorprendido,... no se porqué se ha borrado mi comentario, no era falso ni insultante, solo hablaba de un hecho constatable,... y en este lugar, sí que he visto como se insultaba gravemente a personas, con motivo o sin él,... creí que este era un lugar de libertad, con criterio y con formas,... me he equivocado,... Adios.

Por cierto, sigo pensando que el Sr. Orellana es lo que es.