lunes, 23 de agosto de 2010

A cierta edad


"Este agosto parece disecar el paisaje en este hemisferio norte, como el invierno lo congela en el hemisferio sur. Y es que a veces siento que los hemisferios se encuentran encontrados y cuesta caminar entre esos matorrales secos, áridos, congelados, inertes...Pero al final...Surgen ramas verdes incluso debajo de una piedra.

A cierta edad los sueños corren más deprisa que las piernas y urge pillarlos mientras aún estemos a tiempo. Un tiempo que ya no es todo el tiempo, sino un tiempo más incierto, más certero. Un tiempo al que se le pueden ver ya las orejas, y alcanzarlos se torna básico.
Ya no importan tanto los obstáculos -alguna ventaja había que dar a esas piernas cansadas de sortearlos a lo largo de los años-. Ya no cuesta tanto dejar atrás ese pasado que nos pisa los talones, porque pasado y futuro se juntan en esa edad imprecisa, difícil de precisar.
En esa barrera que separa la realidad de lo sueños, y lograrlos ya no es cuestión de echar carreras, sino de cogerlos, los sueños, con las manos, con las dos, y estrujarlos y masticarlos y tragarlos y hacerlos nuestros mientras aún estemos a tiempo."
Texto extraido del blogs de la poeta Carmen Jimenez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para muchos los obstaculos son infranquables aunque lo qur tengan no les haga ni medianamente feliz, pero la comodidad ayuda para convencerte y maquillar las penas