domingo, 9 de mayo de 2010

Buen artìculo de Jorge Mirò en el Diario de Jerez


Joaquín Montaño Conejo, 67 años, es hombre de campo. Toda la vida, hasta su jubilación, ha estado ligado a ese mundo. De hecho, todavía sigue cultivando en la parcela de 10.000 metros cuadrados que tiene junto a su vivienda en Las Pachecas. Sin embargo, se ha tenido que hacer 'camionero' a la fuerza. Todo se lo debe al maldito temporal, ese que inundó por completo la casa en la que vive desde el año 88. La riada del 96 le afectó, pero no tanto. Esta vez, el agua llegó hasta el techo. Desde entonces, Joaquín vive exiliado, porque a pesar de que las lluvias ya cesaron, el barro lo ha cubierto todo. Los dos últimos meses ha estado durmiendo en la cabina de un tráiler."

Todo comenzó aquella fatídica noche del 23 de diciembre. Empezaba a caer agua en cantidad en vísperas de Nochebuena. Los partes, además, no eran buenos. Efectivamente, siguió lloviendo y el Guadalete se acabó desbordando. La autovía a Los Barrios hizo de presa y el agua se empezó a acumular y a llenarlo todo. El 26 de diciembre Joaquín no tuvo más remedio que huir de su vivienda si no quería, literalmente, ahogarse. Lo dejó todo. Sus pertenencias, sus conejos, sus gallinas, su perro... Todos perecieron ahogados.

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