jueves, 18 de septiembre de 2014

La supresión» de tres consorcios:

La Junta de Andalucía tiene sospechas de fraude en los cursos de formación que ella misma subvencionaba desde hace al menos nueve meses. El 28 de enero, el Consejo de Gobierno acordó instar la disolución de tres consorcios dedicados a impartir cursos que estaban controlados por la Junta y en los que ésta tenía una participación mayoritaria. Públicamente se esgrimieron motivos de optimización de recursos y se dijo que la decisión se tomó «tras un estudio de la situación administrativa y económica», según la nota de prensa emitida en su día. Pero había otras razones más concretas.
En el acuerdo aprobado por el Consejo de Gobierno en su sesión del 28 de enero de 2014 se reconocía que dichos estudios «han puesto de manifiesto motivos jurídicos y desequilibrios económico-financieros y de funcionamiento que aconsejan la conveniencia de la supresión» de tres consorcios: el Centro de Formación en Comunicaciones y Tecnologías de la Información (Forman), de Málaga; el Centro de Formación Medioambiental para el Desarrollo Sostenible (Formades), de Almonte (Huelva); y el Centro de Formación en Técnicas Industriales (CTI), en San Fernando (Cádiz).
Declaración ante la UCO
Esos «motivos jurídicos y desequilibrios» a los que alude el acuerdo del Consejo de Gobierno, firmado por Susana Díaz, como presidenta de la Junta, y por Luciano Alonso, como consejero de Educación, Cultura y Deporte, los apuntó el director general de Formación Profesional para el Empleo, Carlos Cañavate, en su declaración como testigo ante la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO).
Entre una de sus decisiones más importantes como responsable de las ayudas para cursos de formación desde que llegó al cargo en octubre de 2013, Cañavate destacó que se «ha dejado de conceder subvenciones a tres consorcios, que son Forman, Formades y CTI, ya que estos consorcios, inmediatamente después de recibir la subvención, daban traslado a una serie de empresas constituidas como UTE».
Justo antes, Cañavate había admitido a los agentes que «una de las posibles bolsas de fraude que puede haber en la formación está en las empresas vinculadas y en la subcontratación», por lo que en la próxima convocatoria de ayudas -que aún no ha salido- «pretende prohibir que la formación pueda realizarse por empresas vinculadas y evitando la subcontratación».
Con ello, según explicó en su declaración ante la UCO, se pretende «evitar, si hubiera, la existencia de grupos de empresas que pudieran acudir de manera concertada pudieran recibir subvenciones y justificar de manera fraudulenta».
El director general de Formación Profesional para el Empleo asoció esos tres consorcios a estas prácticas y, de la declaración, se desprende que podrían no ser los únicos, al precisar que son los tres a los que se han retirado las subvenciones «hasta ahora». Su declaración policial tuvo lugar el 4 de julio.
Forman, Formades y CTI eran tres de los 14 consorcios de la denominada 'Red de consorcios escuela de formación para el empleo de la Junta de Andalucía', cuya financiación «se ha sustentado, principalmente, en una subvención de concurrencia no competitiva convocada anualmente, hasta el año 2012, por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE)», según el acuerdo del Consejo de Gobierno que instó su disolución o, en su caso, la desvinculación de ellos de la Junta de Andalucía, que tenía la participación mayoritaria en todos.
«Evitar duplicidades»
Con todo, el primer argumento al que alude el propio acuerdo del Consejo de Gobierno para la disolución de esos tres consorcios era la optimización de los recursos, ya que la formación que impartían podía ser asumida por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte «con los medios personales y materiales propios» para «evitar la duplicidad de entidades que cumplan la misma función».
La oferta de Forman -comunicaciones y tecnologías de la información- la asumió el centro público de formación profesional Rafael Salinas de Málaga, la de Formades -enseñanza ecuestre- la adoptó el IES Doñana, de Almonte, y la del CTI -soldadura naval y aeronáutica- se repartió entre el IES Virgen del Carmen, de Puerto Real; el centro fijo de formación profesional Jerez, de Jerez de la Frontera, y el IES San Severiano, de Cádiz. Cabe plantearse, por lo tanto, si sólo podían evitarse duplicidades en las enseñanzas de estos tres centros y si no hay institutos o centros públicos capaces de asumir las ofertas de todos o algunos de los otros 11 consorcios existentes.
Como segundo argumento para el cierre se exponían los «motivos jurídicos y desequilibrios económico-financieros y de funcionamiento» que aconsejaban «la conveniencia de la supresión» de esos tres consorcios únicamente.

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