En la Junta han fallado los controles y mi obligación era tapar esas lagunas»
ENTREVISTA a Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía. Quiere hablar de política, advierte, porque está cansada de que le pregunten sobre su vida personal o su futura maternidad. «No lo entiendo», se queja. Vasallajes de ser mujer y estar en los 40. Le quita el sueño el millón y medio de andaluces sin trabajo y su obsesión, dice, es crear empleo.
28 abril 2014
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Susana Díaz. / Pepo Herrera
Empecemos con lo urgente, con lo importante, con el millón y medio de andaluces sin trabajo. ¿Qué les dice la presidenta de la Junta?
Abril va a ser un buen mes, se van a empezar a ver los frutos del ramillete de medidas que hemos puesto sobre la mesa y a partir de ahora espero que se vayan consolidando los datos. Hemos hecho muchas cosas y eso tiene que tener reflejo e impacto en el empleo. Desde el acuerdo con las grandes empresas a dinamizar la construcción, el plan de empleo joven de 200 millones que se va a aprobar el martes, eliminar trabas burocráticas para que un emprendedor pueda constituir una empresa entre dos y cinco días… Pero solo el Gobierno andaluz no puede hacerlo, necesita el apoyo del Gobierno de España. Es el momento de que las reivindicaciones de un plan extraordinario de empleo y de que no se recorten los fondos de las políticas activas de empleo sean un compromiso por parte del Gobierno en una comunidad que tiene una tasa de desempleo insoportable.
¿La iniciativa privada responde?
Mejor que el Gobierno de España. Está siendo mayor el compromiso de las grandes empresas y la confianza que están depositando en Andalucía para proyectar una tierra atractiva para la inversión. El lunes firmo otro acuerdo con el BBVA.
La recuperación que pronostica el Gobierno de España ¿también está cerca en Andalucía?
Si los indicadores a los que se agarra el Gobierno son los que son, Andalucía arroja datos más positivos. Pero para mí la recuperación será real cuando la sientan las familias. Desde el primer momento no solo la he deseado sino que estoy contribuyendo a generar confianza para que la recuperación sea más rápida, pero no tiene que ver solo los datos macroeconómicos sino que la tienen que sentir las familias, tienen que recuperar derechos, salarios que se han recortado, reducirse cifras de paro alarmantes, es ahí donde tiene que notarse.
Cuando llegó al Gobierno andaluz hace ocho meses se habló mucho del ‘efecto champán’, de que su liderazgo se diluiría cuando tuviera que afrontar la gestión de ocho millones de habitantes. ¿Cómo ha vivido su aterrizaje en la presidencia?
Ni tuve alfombras rojas para acceder a la Presidencia de la Junta y tampoco me dejé llevar por ningún canto de sirena los días después. Ni una cosa ni otra me ha quitado nunca el sueño. Cuando se tiene un millón de parados, cuando la gente te para por la calle y te dice que con una pensión están manteniendo a hijos y a nietos, o que llevan meses esperando para tener una prestación por dependencia, o te cuentan lo que ocurre en las Urgencias y tú acudes y lo ves, en esos momentos lo que menos te preocupa es el eco mediático. Tengo la urgencia de crear empleo y de dar soluciones a los problemas de los andaluces. Incluso en los momentos más difíciles de estos ocho meses, que han sido muchos, no he perdido ni un minuto de vista que lo que tenía que hacer es crear empleo.
¿Cuáles han sido esos momentos más difíciles?
Estas últimas semanas no han sido fáciles. Pero sabía lo que tenía que hacer, lo que esperaban los andaluces de mí y no he tenido dudas en ningún momento.
¿Habla de la crisis con IU, del presunto fraude de los cursos de formación para parados…?
De todo, de todo…
Con el caso de los fondos de formación, ¿ante qué estamos? ¿Qué dimensión tiene?
Por lo que sabemos hoy que ha pasado estos años atrás con el caso de los ERE era evidente que o faltaban controles o habían fallado los controles y yo tenía una obligación desde el primer día que entré de presidenta de tapar esas lagunas con más controles. La Junta lleva siete meses investigando y ha puesto controles a las transferencias de financiación. He puesto medidas como el principio de no exoneración, es decir quien quiera acceder a una subvención pública tiene que haber justificado las anteriores. Se han revisado también las ayudas a la cooperación. Se han puesto muchísimos controles en el conjunto de la administración. Lo que no me parece bien es la doble vara de medir del Gobierno. Los que en Andalucía decían que era un fraude masivo en Madrid, incluso con detenidos, no les he escuchado lo más mínimo. Me hace pensar que el PP no combate la corrupción sino que la utiliza en su propio beneficio electoral y esto es lo que hace que los ciudadanos no crean en la política y que estamos en el y tú más.
¿Por qué hace siete meses dio orden de revisar esas ayudas? ¿Cuando hablan de «reordenar el pasado» qué quieren decir?Llegué después de un caso bochornoso y vergonzante como es el de los ERE y di mi palabra de que pondría todos los controles para que eso no volviera a suceder. Tengo claro el principio de la transparencia para mi Gobierno. He aprobado el control previo y a posteriori de todas las transferencias a los entes instrumentales, eso no lo ha hecho ninguna comunidad. Quien quiera acceder a una ayuda pública tiene que justificar todo lo que ha recibido con anterioridad. Esto obliga a revisar todos los expedientes vivos, no solo en formación. En todo. Ya fue noticia las peticiones de reintegro de las ayudas a la cooperación. He aplicado lo que ha dicho la Intervención, la concurrencia competitiva, que exige mayor transparencia. Esto no lo ha hecho nadie en España por eso me da rabia que se use la doble vara de medir.
Hablan de un montaje político, de que se ha utilizado este asunto para la campaña de las europeas, pero hay una investigación policial.
Yo hablo de un fraude, de un posible fraude, que se está investigando, de terceros a la Junta y quien lo haya hecho mal lo tiene que pagar. Pero aquí se le ha visto el plumero al PP, ¿por qué ha atacado de esta manera a Andalucía y no ha dicho nada de Madrid?, cuando estamos hablando de un presunto fraude igual.
En los cursos de formación, ¿cuánto dinero reclama la Junta por supuestas irregularidades?
El martes el consejero de Educación comparecerá en el Parlamento y dará todos los datos, dará cuenta detallada y en eso están trabajando. Hay más de 400 expedientes que se están revisando y en 56 casos se pide el reintegro. Habrá total transparencia. El posible fraude no se ha producido solo en Andalucía y aquí estamos haciendo más que en ningún otro sitio.
El caso de los ERE ¿es su peor herencia recibida?
Es un caso bochornoso y conociendo lo que conozco hoy, viendo todo lo que ha pasado en ese caso, es evidente que tengo que poner todos los controles que haga falta para que no vuelvan a reproducirse.
Y antes ¿no había controles?
Había lagunas, es evidente, y eso permitió que algunos defraudaran.
Nunca la he oído opinar en público sobre la jueza Alaya.
Ni me va a oír. Tengo un profundo respeto a la justicia y nunca hablo de los autos, sean o no favorables para mi partido o para el Gobierno. Es lo que deberíamos de hacer todos. Tendríamos muchísima más credibilidad. Hay quienes en Andalucía mantienen una posición pero después atacan al juez Ruz, los informes de la UDEF cuando no les interesan… Esto no ayuda. Estoy convencida de que en estos momentos la política necesita volver a tener de compañero de viaje a los ciudadanos, igual que en los años 80, y para recuperar la credibilidad no se puede utilizar la corrupción como un arma arrojadiza.
Hay un choque entre la jueza y la Fiscalía, que presiona para que la pieza de los aforados vaya al Supremo, se alerta del riesgo de prescripción de delitos. ¿No tiene opinión?
Soy la presidenta del Gobierno y creo en la separación de poderes. Tengo que ser respetuosa y colaborar con la Justicia.
El PP señala que usted es la heredera de los ERE, que sus «padrinos políticos» están en el punto de mira. ¿Le duele que pongan en duda su honestidad?
Mi honestidad no se ha puesto en duda. A eso no se ha atrevido el PP. Como presidenta del Gobierno de Andalucía he hecho un ejercicio de transparencia que no ha hecho ningún otro Gobierno en España. Todavía estoy esperando que otros dirigentes que aspiran a ser presidentes hagan lo mismo que yo. No me van a parar. Yo siento el cariño y el aliento de los ciudadanos en la calle por eso creo que estoy haciendo lo que tengo que hacer. Todo lo que se pueda mejorar, se va a mejorar. Si hay quien ha defraudado, lo va a pagar. Voy a ser contundente, implacable y el PP que haga lo que quiera.
¿Hace mucho que no habla con José Antonio Viera [exconsejero de Empleo y hoy señalado en los ERE]?
Sí, mucho.
El PP insiste en que forma parte de su círculo político.
No tengo relación con él desde que estallaron los ERE pero fui su secretaria de Organización en el PSOE de Sevilla, eso es evidente. ¿Y?
Pues que el PP insinúa o trata de extender sobre usted la mancha de la sospecha por los ERE…
El PP sabe perfectamente cómo he actuado. Estoy siendo implacable en la lucha contra la corrupción. Voy a hacer lo que tengo que hacer y es ser implacable contra la corrupción, afecte a quien afecte y se llame como se llame.
Susana Díaz. / Pepo Herrera
¿De dónde saca tiempo para aprender inglés con esa agenda?
Pero es necesario. Lo experimenté en primera persona en Bruselas. Ayuda muchísimo al diálogo y la negociación con las distintas instituciones europeas el conocimiento del idioma y es mi obligación, tengo que sacar tiempo de dónde sea para aprender.
¿Le cayó bien el señor Moreno Bonilla, líder del PP andaluz, cuando le visitó en San Telmo?
Me pareció afable pero lo que me dijo allí no se ha correspondido con lo que después ha hecho. Me habló de luchar contra la corrupción, me dijo que no iba a utilizar el caso de los ERE, que, como he hecho yo, quería abrir un nuevo tiempo en su partido y al final estoy viendo que reproduce lo que durante 25 años viene haciendo el PP andaluz, no defender a esta tierra, permitir que se ataque a Andalucía por parte del Gobierno de España. Incluso las propuestas que me está haciendo son un calco de las que años atrás el señor Arenas planteaba tanto al señor Chaves como al señor Griñán.
¿Usted ve posible un Gobierno de estabilidad PSOE-PP?
Yo veo posible un Gobierno mayoritario del PSOE y a eso aspiro.
¿Y en España?
A eso aspiro también. En democracia, el partido que más tiempo ha gobernado es el Partido Socialista, durante 22 años, hemos tenido el apoyo mayoritario de los ciudadanos y aspiramos a volver a tenerlo en 2015 o 2016, cuando sean las elecciones generales.
Habrá primarias del PSOE en noviembre, ¿por quién apuesta?
A ver quien se presenta. He escuchado una quiniela variada de nombres, pero hay que ver a la hora de la verdad quién salta al ruedo.
Usted no para de descartarse pero en su partido muchos la animan para que dé el salto nacional y esas presiones se redoblarán. ¿Seguro que no se sentirá tentada?
Mi compromiso es con Andalucía. Lo llevo diciendo mucho tiempo. No lo entiendo. Llevo contestando esa pregunta desde el primer mes que accedí a la presidencia. Andalucía tiene una oportunidad en esta recuperación económica. Ese es mi reto. Voy a intentarlo.
¿Rubalcaba forma parte de ese «tapón generacional» del que habló el expresidente Griñán?
No sé lo que piensa hacer Rubalcaba. Lo desconozco. Es el secretario general del partido y sí creo que tiene un reto, gestionar bien este tiempo para que el proceso de primarias en el PSOE sea un antes y un después en la participación de los ciudadanos en la política. Eso es una responsabilidad inmensa. De eso dependerá que seamos capaces de recuperar la confianza de los ciudadanos o no. Para hacer esos cambios tiene mi apoyo, para abrir ese nuevo tiempo que creo que el PSOE necesita en España. Necesitamos devolverle la ilusión a los ciudadanos en la política, a los militantes del PSOE en su partido.
Lo
ha dicho, los ciudadanos no se creen a los políticos. Si decimos que la
presidenta de la Junta visita las Urgencias de forma anónima, que ha
visto las procesiones de Semana Santa entre la bulla de la calle, que
tiene una familia de lo más normal… Muchos no lo creerán.Los ciudadanos que me encuentro en esas bullas de las cofradías o en las urgencias de los hospitales o en el supermercado o tomando una cerveza con la familia me trasladan cariño. La gente necesita tener ilusión y creer que en Andalucía se puede abrir una puerta a la esperanza. Saben que el momento es muy complicado pero que me estoy dejando la piel, me dan ánimo, me dan fuerza, me dan cariño y hacen que no me pesen ni los kilómetros, ni las horas que le echo a esto… Merece la pena. Al final, hasta en los momentos más difíciles he sentido el cariño de la calle. Yo tengo una vida muy normal. De verdad. Los políticos somos personas y tenemos que tener vidas normales y ponernos en los zapatos de la gente.
Dicen que a su generación política le toca recuperar el crédito de los ciudadanos y reeditar la Transición. ¿Esto forma parte ahora del ‘mito Adolfo Suárez’ o de verdad éste es un momento clave?
Tenemos la obligación de recuperar aquella generosidad que hubo entre los protagonistas de la Transición. No es un problema de edades. En la Transición estaban desde los jóvenes sevillanos a quienes habían sido ministros con Franco. Hubo una alianza de generaciones. Ahora, entre aquellos que están al frente de los partidos políticos falta generosidad y sobra táctica electoral a corto plazo.
Están ahí las elecciones europeas. ¿Vencerá la abstención?
Esperemos que no. Ahora mismo no hay pulso electoral. Si uno mira a la calle no hay debate electoral, los ciudadanos hablan mucho de política pero no de las elecciones europeas y eso es un riesgo. Cuando el partido que gobierna, el otro gran partido [PP], no tiene ganas de que haya debate electoral ni campaña, dificulta mucho.
Cuando vaticina que las europeas reflejarán un cambio de ciclo, que el PSOE remontará en las urnas. ¿Peca de optimista?
En Andalucía vamos a ganar las elecciones europeas. Seguro. Eso va a ser un cambio de ciclo. Hemos perdido las tres últimas elecciones aunque gobernemos. Son cinco años sin ganar en Andalucía. No soy optimista, soy realista. En España hay que decirle al PP que basta ya, que ya está bien, que se han dejado demasiados derechos y libertades en el camino, han recortado derechos que nada tenían que ver con la crisis de manera cruel e insensible. Esa oportunidad la tenemos el 25 de mayo. A los ciudadanos les tenemos que dar motivos para volver a creer en la política.
Si obtienen un buen resultado, ¿se animará a convocar elecciones andaluzas en otoño?
No, no habrá elecciones en otoño. No me mueve la táctica electoral. No me ha movido estos meses. Andalucía lo que necesita ahora es estabilidad y crear empleo.
En la crisis de Gobierno vivida hace dos semanas con sus socios, con IU, usted ha admitido que pensó en convocar unas elecciones.
Si no se hubiera restablecido la normalidad y dos principios fundamentales, la legalidad y la igualdad, evidentemente lo hubiera hecho. Pero una vez restablecida la normalidad sé que Andalucía necesita estabilidad y tiempo para que se sienta la recuperación. La crisis de la Corrala duró poco. Si hubiese durado más, hubiese sido más difícil.
Tras 48 horas al borde de la ruptura y con un pulso público de PSOE e IU, ¿no hay heridas?
Hice lo que tenía que hacer, garantizar que era la presidenta de todos los andaluces. Quien ocupa una vivienda ilegalmente no puede tener más derecho que quien está esperando. En un principio se me trasladó que eran 22 familias, después cuando la consejera de Hacienda asumió las competencias supimos que eran 17 y de ésas 9 no reunían los requisitos. Solo 8 acreditaban tener menores o discapacitados. Han pasado diez días, ya es hora de que el Ayuntamiento de Sevilla bareme a estas familias y diga cuáles de esas ocho familias están en riesgo de exclusión y cuáles no. El gobierno municipal tiene que actuar ya.
¿Ha aprendido de esa crisis?
Todos podríamos haber actuado mejor, evidentemente, pero estoy convencida de lo que hice y de lo que haré siempre, defender los intereses de todos los andaluces. Le pongo un ejemplo, hemos vivido una semana intensa en Cádiz, con los destrozos en la sede del PSOE de los extrabajadores de Delphi, con la suspensión de un acto de IU, con una conflictividad elevada… Quien actúe de manera violenta no puede tener más derecho que los 210.000 gaditanos que están en paro. Es evidente. Quien protesta más, quien chilla más, incluso quien usa la violencia no puede tener más derecho.
Cuando vio la foto del señor Maíllo (IU) abrazando a los realojados de la Corrala cuando usted había dado orden expresa de frenar el realojo ¿qué pensó?
No fue apropiado. Así se lo he trasladado a ellos, a mis consejeros.
¿Tiene una relación fluida con el líder regional de IU?
Nunca he tenido mala relación con él pero esto es un problema del Gobierno.
¿Qué piensa cuando oye que el feminismo está trasnochado?
El otro día me dijeron que algunas mujeres rompieron techos de cristal pero a otras nos han puesto suelos pegajosos. Cuando vemos la ley del aborto que tiene en el congelador Gallardón esperando que pase el 25 de mayo, que vuelve a considerarnos a las mujeres seres no autónomos, que tienen que decidir por nosotras sobre algo tan importante para una mujer como es su maternidad; que haya mujeres cobrando menos que hombres realizando el mismo trabajo; que se esté dificultando la conciliación familiar; que se esté poniendo en cuestión la dependencia, que es la que ha dado un respiro a las mujeres que toda la vida se han encargado de cuidar de sus mayores… Está claro que no hay igualdad. Y lo más dramático de todo, la cifra de violencia de género con la que nos enfrentamos en 2014. En la defensa de los derechos de las mujeres no se puede poner nadie de perfil.
¿Qué le parece Mariano Rajoy?
He intentado ser leal institucionalmente con el presidente del Gobierno desde el primer día, incluso con críticas dentro de mi propio partido cuando tendí la mano al presidente en temas que consideraba fundamentales con España y creo que el presidente del Gobierno no ha tenido la misma lealtad con Andalucía, negando por ejemplo un plan extraordinario de empleo, poniendo a la cola a Andalucía cada vez que ha habido un reparto de fondos. El presidente del Gobierno no está siendo justo con Andalucía. Rajoy no está siendo el presidente que España necesita en estos momentos. Hay debates de enjundia que están definiendo el futuro de nuestro país para los próximos 30 años, como el debate territorial, y un presidente del Gobierno no se puede poner de perfil, no puede ser indolente y negar la evidencia. Se tiene que poner al frente de los problemas y no lo está haciendo. Rajoy no es el presidente que España necesita en uno de los momentos más difíciles de la democracia.
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