Diario de Jerez Publica este artículo de Manuel Moure :
Antonio Fernández Romero es peluquero. Es harto conocido en Jerez. Tiene
69 años, los cumple en diciembre. Le gustaría estar jubilado. Se lo
merece pues lleva trabajando desde que tenía 9. No puede.
Mientras a
cada día que pasa crece la presunción de que la Junta de Andalucía
repartía miles y miles de euros en cursos de formación a sus más
allegados políticamente, a otros no les paga pese a haber impartido
dichos cursos. Hay incluso casos de personas que se entramparon con los
bancos para poder montar academias de formación en este negocio. Según
asegura este peluquero la Junta les dejó tirados.
Si este hombre no puede jubilarse es porque "no me dejan". Tan
sólo podría hacerlo si afronta la deuda que mantiene. Que la Junta te
diera un curso de formación fue algo especialmente suculento pues
permitía ampliar las miras del negocio y haciendo algo tan hermoso como
enseñar lo aprendido a lo largo de décadas a los más jóvenes. El
problema llega cuando la deuda contraída no se paga. "Si la Junta no me
paga yo no puedo pagar. ¿Qué hago? Que me lo explique alguien que lo
entienda porque yo no".
Según apunta, "he estado con los cursos de formación de la
Junta, además haciéndolos muy bien. Impartí 7-8 cursos y a partir de
2004 esta gente dejó de pagarme. En 2005 hice otros dos y pasó lo mismo.
En 2007 hice otro y me pagaron sólo el 75%. El 25% restante aún me lo
deben". La deuda de la Administración autonómica con este peluquero
podría ascender a unos 300.000 euros. Cada curso era pagado a razón de
unos 70.000 cada uno.
Los problemas comenzaron cuando Hacienda exigió el pago del IVA
de unos cursos impartidos y no cobrados. "Me piden que pague. Yo expongo
el problema, digo lo que pasa. Y es en la propia Hacienda donde me
dicen que el hecho de que no me pagaran no era legal. Me dijeron que
fuera a Cádiz y lo demostrara. Hacienda lo que quiere son papeles. Fui a
la Junta a ver al señor Bouza para que me diera un justificante que
demostrara que no había cobrado. Tras muchos pesares, y pasándolo muy
mal, conseguí que el señor Bouza me diera un justificante de que
efectivamente no habría cobrado 2004 ni 2005. Y en eso quedamos".
Según Fernández Romero, Hacienda dejó de molestarle un tiempo,
pero meses más tarde entró en acción. La consecuencia fue que el
peluquero asegura que perdió el negocio que tenía abierto en el Paseo de
las Delicias así como el que en la actualidad trabaja en la Ronda de
San Telmo, en un lugar que ya ha sido embargado y hasta subastado sin
que nadie se haya interesado por él, "imagino que por las cargas que
tiene". "Y todo esto me llega -dice emocionado- cuando lo tenía casi
pagado".
A la hora de buscar explicaciones acerca de las razones por las
que la Junta no le paga él asegura que "lo único que me dicen es que
llegué tarde y mal. Me pedían documentos que llevaba y eso se quedaba
olvidado. Al tiempo decían "mándame estos documentos" y así una y otra
vez. La misma historia. Y así estamos, en 2014. Yo no he cobrado y los
cursos de la Junta me han llevado a la ruina. El banco me ha embargado,
no me puedo jubilar y sigo adelante haciendo lo que puedo" y "gastándome
un montón de dinero en medicinas porque soy enfermo crónico".
"Aquí en Jerez hay gente que ha dado todos los cursos que han
querido y se los han dado. Me consta que hay gente que no los ha dado y
se han llevado el dinero". Señala a Antonio Fernández, el ex consejero
de Trabajo, como alguien que "ha dado dinero a sus amigos para que se
pongan ricos y a nosotros no nos han pagado por lo trabajado".
"Esto que estoy haciendo (hablar con un medio de comunicación)
me va a perjudicar mucho porque sigo trabajando pero pido a la gente que
lo entienda". La deuda con la Administración sigue creciendo merced a
las demoras. Y vuelve entonces Antonio Fernández Romero a arrebatarse:
"Yo esto lo tenía casi pagado y fíjate cómo estoy. Lo voy a perder por
nada, porque estos canallas no me han pagado. Estoy mal, en la ruina,
sin negocio y sin jubilación. Mi situación es caótica. Mi gente me tiene
que ayudar y lo hacen tras toda una vida trabajando. Trabajando desde
los 9 años, con 19 negocios abiertos y a estas alturas me encuentro
ahora sin nada".
A todo esto se une la vía judicial, la cual fue parada en su
momento bajo promesas de pago. Cuanto actuó con posterioridad llegó la
ley de las tasas judiciales, algo que el peluquero no pudo asumir. Llegó
incluso a manifestarse en el centro de la ciudad para exponer su
problema y obtener alguna respuesta. Fue en 2008. Desde entonces, nada
de nada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario